Con T, de Terribas.
Torpedo que fulmina la línea de flotación de las mal acostumbradas élites políticas. Atacas directa al blanco de aquellos que siempre hablan mucho pero poco dicen. Algunos, quizás demasiados, te califican de agresiva, más yo creo que simplemente preguntas lo que muchos desearíamos.
Con T, de Terribas.
Telaraña que tejes en preguntas de difícil salida. Eres punzante como un alfiler, pero sin perder, que ya es mucho en este mundo nuestro, la ética de quien busca hacer lo que ama con sentido. Telescópica mira de rifle periodístico, apuntas al centro del problema, buscando lo que realmente interesa de cada personaje.
Con T, de Terribas.
Tierna, pero a la vez dura. El periodismo es ahora un burdel de precio alto, una casa de subastas donde cada uno se vende al mejor postor. Pero tú, lejos de caer en el pesimismo que otros grandes del periodismo intentan mostrarnos, logras que cada una de tus clases sean un soplo de esperanza en nuestro futuro, de valores a priori perdidos y olvidados que encontramos en cada una de tus experiencias relatadas. La denostada ética periodística de la que muchos otros reniegan encuentra en tus palabras la razón de ser, y desde allí, llega a nosotros como bocanada de virtudes que hoy en día no están de moda. Lástima de futuro.
Con T, de Terribas.
Timón de un barco que lucha contra la corriente. A través de olas gigantescas de sensacionalismo y espectáculo basura donde todos gritan y nadie escucha, tú intentas hacer de ese espacio transnochador un rincón de diálogo, un lugar de encuentro y de equánime mirada. Tiburón televisivo, no desgarras a tus víctimas hasta despedazarlas, como muchos harían, sinó que únicamente juegas con ellas, las atrapas en cuestiones incómodas, para que en un trágico final digan aquello que buscas.
Con T, de Terribas.
Y podría continuar, adjetivándote como tiroteo contínuo de inoportunas interrogaciones; Tesón y tenacidad de saber que a pesar de las críticas, siempre serás tú misma; Tortura y tríada del stablishment político, y titán de la parrilla catalana; Tintineo de buen periodismo en una profesión devaluada por pseudo-informadores, pero tizón que arrasa con todos aquellos que creen que estudiar esto no sirve de nada; Tónico que revitaliza nuestras almas tras las duras clases de Singla, eres un trueno en medio de la oscuridad sobre nuestro sendero periodístico: Quizás no vemos nada, no sabemos dónde nos dirigimos, pero en lo que sí confiamos es que tus clases sirven para guiarnos un poco mejor. Al final, nos haces tuyos.
Con T,
de Terribas.
Alejandro Cubero
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